¡Hola! Muy feliz domingo para vos 😊
Hoy vamos a charlar sobre un tema que cada vez cobra más fuerza en el mundo del bienestar: la visualización. Vamos a ver qué es, cómo nos puede ayudar en nuestro día a día y por qué practicarla puede marcar la diferencia a la hora de alcanzar nuestras metas y vivir con más armonía.
Este boletín forma parte de un espacio espiritual donde compartimos herramientas para ayudarte a mejorar tu calidad de vida y conectar con tu bienestar.
Si es tu primera vez acá, te invitamos a seguirnos o suscribirte para que no te pierdas ningún contenido.
¿Qué es la visualización?
La visualización es una técnica que forma parte de la meditación, y nos ayuda a armonizar el cuerpo y la mente. Visualizar significa representar mentalmente algo a través de imágenes, incluso si no lo estamos viendo con los ojos.
Cuando imaginamos el resultado de lo que queremos lograr, estamos dando el primer paso para atraerlo y manifestarlo.
Podemos pensar la visualización de tres formas principales:
Como una herramienta de auto sanación.
Como una manera de canalizar y dirigir nuestra energía.
Como un método para enfrentar y transformar situaciones que deseamos cambiar en nuestra vida.
Visualización y salud emocional
Esta técnica también se usa como terapia para reducir el estrés y la ansiedad, y para llevar tanto la mente como el cuerpo a un estado profundo de relajación. Esto favorece naturalmente la auto curación.
La visualización trabaja con imágenes cargadas de emociones positivas. Estas imágenes ayudan a reemplazar pensamientos negativos y a conectar con un mayor bienestar.
Está demostrado que es una herramienta muy útil para:
Aumentar el control emocional y mental.
Relajar tensiones físicas.
Mejorar la concentración y la memoria.
Potenciar la confianza en uno mismo.
¿Por qué es tan importante visualizar?
Porque con la práctica de esta técnica, podemos reprogramar nuestros patrones mentales y emocionales, influir en nuestra energía, e incluso mejorar nuestro estado físico.
Beneficios concretos de la visualización.
El cerebro no distingue entre realidad y ficción. Al imaginar algo, el cuerpo reacciona como si realmente lo estuviera viviendo.
Activa las mismas áreas cerebrales que cuando practicamos físicamente.
Enfoca la atención. Gracias al Sistema de Activación Reticular, nuestro cerebro se entrena para identificar lo que realmente importa.
Relaja profundamente. En estados de relajación, podemos reprogramar creencias limitantes y abrirnos a nuevas posibilidades.
Técnica sencilla para empezar a visualizar
Si te cuesta visualizar, no te preocupes. Es más común de lo que pensás. La clave está en la práctica constante.
Te propongo este ejercicio básico:
Sentáte frente a una pared blanca sin adornos. Podés clavar o pegar un objeto simple: una fruta, un dibujo, una figura geométrica, lo que tengas a mano.
Apagá las luces y dejá solo una luz tenue que no moleste a tus ojos.
Relajá el cuerpo con respiración profunda. Cerrá los ojos.
Abrí los ojos lentamente y observá el objeto unos segundos. Prestá atención a los colores, forma y texturas.
Volvé a cerrar los ojos y retené esa imagen mental durante 3 a 5 minutos. Luego, soltála.
Variantes para más adelante:
Llevá esa imagen mental a otra parte de tu casa (una mesa, la cama, el comedor).
Cambiá su tamaño o colores a voluntad.
Estas prácticas simples son la base para poder, con el tiempo, imaginar paisajes completos y sentir que estamos realmente dentro de ellos.
Para cerrar.
Te invito a que pruebes por vos mismo los beneficios de la visualización. A medida que la vayas incorporando, vas a poder usarla para proyectar situaciones deseadas, superar bloqueos y fortalecer tu bienestar general.
Y si te gustaría profundizar, tenemos un curso personalizado por Zoom con técnicas más avanzadas que te pueden ayudar a alcanzar tus metas con más claridad y propósito. Enviá un mensaje para mas información.
Gracias por leernos Y hasta el próximo domingo.
Anexos:
Te dejamos algunos de nuestros boletines que quizás sean de tu interés:
La importancia de sanar nuestras heridas.
La escritura como un método efectivo de auto conocimiento.
Resistencia al cambio: el primer paso hacia un nuevo escenario.