Hola! Que gusto saludarte nuevamente. Espero que hayas tenido unas excelentes semanas.
El tema de hoy es un resumen de un artículo que publiqué hace años en un blog en el que escribía sobre espiritualidad. (Hace quizás 12 años atrás) Este artículo se referirá exactamente al contenido del libro “Las cinco heridas que impiden ser uno mismo” de Lise Bourbeau. Debo aclarar que esto es un breve resumen en forma de reseña, así que no voy a transcribir partes del libro, solo hablo sobre el contenido del mismo en forma de resumen. Así que al final incluiré mis comentarios personales y consideraciones, como un adicional a este boletín.
Aclaratoria inicial: Elijo este libro para introducir el tema tan importante de la auto sanación personal porque muchas de las afirmaciones de la autora coinciden con la Biodecodificación cuántica; terapia que considero de sumo valor a la hora de lograr nuestra integración y mayor armonía y bienestar de vida.
Qué plantea la autora en este libro.
Hace muchos años atrás llegó a mis manos un libro que hasta el día de hoy he considerado como increíble: “Las cinco heridas que impiden ser uno mismo” de Lise Bourbeau. Movida por la gran necesidad que he observado en las personas que me rodean de conocerse y sanarse a sí mismas he decidido hacer un resumen pequeño de lo que esta autora ha planteado tan brillantemente en su obra en conjunto con los aportes personales que yo pueda hacer sobre este tema.
En el libro se plantea que todas las personas en mayor o menor grado han sufrido durante la niñez o su adolescencia experiencias desagradables, necesidades que no han podido satisfacer nunca y asuntos que no han podido resolver.
Cada una de estas experiencias, necesidades y asuntos inconclusos deben ser enfrentados y resueltos, de lo contrario nos acompañarán a lo largo de nuestra vida, afectando nuestra autoestima y nuestras relaciones con las demás personas.
A esas experiencias dolorosas la autora las reconoce como heridas del alma y son el resultado de experiencias de vida con nuestros padres y en nuestra niñez.
Antes de seguir debo advertirte que si eres de los que no creen en los ciclos de la reencarnación y la vida que hay más allá de la muerte este artículo quizás no resonará contigo. Así que siéntete libre de no continuar la lectura.
Habiendo aclarado esto, continuamos.
Las experiencias que tenemos se extienden no solo a esta vida presente sino a las vidas pasadas y a los traumas que traemos, no solo de nuestra niñez presente, sino también las de esas otras vidas. Esto hace que sea más difícil el trabajo de la curación y que luego de sanadas las correspondientes a esta vida se deban abordar las de vidas pasadas que sean consideradas significativas (como el caso de las relaciones familiares) y que se consideren conflictivas para sobrellevar nuestro presente.
Al respecto la autora dice que todo lo que se vive en la no aceptación se acumula a nivel del alma. Al ser esta inmortal regresa a adoptar diferentes formas humanas con todo lo acumulado en su memoria de alma, sea esto favorable o no.
Son cinco heridas:
HERIDA DE RECHAZO
HERIDA DE ABANDONO.
HERIDA DE HUMILLACIÓN.
HERIDA DE TRAICIÓN.
5) HERIDA DE INJUSTICIA.
A continuación haré un pequeño resumen de cada una.
RECHAZO.
La experiencia de rechazo en la niñez origina el rechazo en la edad adulta, esa persona se rechaza a sí misma y rechaza a los demás; además a las experiencias placenteras y de éxito. Esto pasa por el profundo sentimiento de vacío, culpando a los demás de ser rechazado sin darse cuenta que es el mismo el que se aísla creando así un círculo vicioso.
Su principal tendencia será la de huir de las situaciones desagradables, no es muy sociable y tiende a abandonar lo que inicia.
ABANDONO.
Esta herida se refleja en el miedo a la soledad, quien lo vivió tenderá a abandonar los proyectos y parejas. Su principal conducta es la de dependiente, su mayor temor es la soledad. Es retraído y no le gusta el contacto con los otros.
Requiere trabajar sus temores más intensos, su miedo a la soledad y su rechazo al contacto físico.
HUMILLACION.
Las personas con esta herida pueden haber vivido experiencias de todo tipo de abuso, incluso el sexual o experimentaron ser ridiculizados, avergonzados, por su aspecto físico o comportamientos. Son personas inseguras, tímidas e indecisas, que en lo profundo de su ser se sienten culpables o no creen tener derechos.
La conducta principal es la de ser dependiente, es orgulloso, rígido y masoquista; necesita estar atado a otras personas y cargar con los problemas de los demás.
TRAICIÓN.
Estas son personas desconfiadas, que no se permiten confiar en nada ni en nadie. Su principal conducta es la de ser un controlador, para evitar ser traicionado. Su carácter es fuerte para justificar su capacidad de control y le gusta manejar grupos.
Sus mayores miedos son el disociarse de sí mismo y separarse y perder a su pareja.
INJUSTICIA.
Las personas que sufren injusticia sienten como que el peor de los enojos es la inequidad. Suelen tener reacciones desproporcionadas y neuróticas ante algunas situaciones que consideran injustas. Tienen un gran temor a equivocarse y buscan la perfección, lo cual les trae mucha frustración.
Su principal conducta es la rigidez, intentan ser muy importantes y proyectar fuerza y poder, son fanáticos del orden, solo confían en sí mismos y les gusta dar órdenes y dirigir.
El profundo y retorcido tema de las máscaras que generan estas heridas.
Por causa de todas estas heridas el ser mismo o el alma, se encarga de poner máscaras en cada persona para evitar que el sufrimiento continúe. Así crea nuevos y falsos “yoes” que lejos de beneficiar más bien perjudican. Esto lo hace a través del ego, que al no estar consciente ni purificado se convierte en una especie de trampa, en un juego de sufrimiento innecesario.
De esta manera tendremos que por cada herida existe una máscara específica:
En el rechazo, entra el progenitor del mismo sexo. La máscara del Huidizo acusa al mismo de rechazarlo, y a quienes llevan esta máscara les hace ver que se ocupan bien de sí mismo para no sentir los rechazos.
En el abandono entra el progenitor del sexo contrario, ocasionando que se sientan abandonados por el sexo opuesto. La máscara del dependiente aparenta independencia y dirá hasta qué punto se siente bien solo y no necesita de nadie.
La humillación se vive por lo general con la madre, el masoquista se siente humillado por las personas del sexo femenino. La máscara del masoquista le convencerá que lo que hace por otros le da un enorme placer y al hacerlo atiende a sus necesidades.
La traición se vive con el progenitor del sexo opuesto, por lo que se sienten fácilmente traicionados. La máscara del controlador le convencerá que nunca miente y que siempre cumple su palabra y no teme a nadie.
La injusticia se vive con el progenitor del mismo sexo. La máscara del rígido le gustara decir justo que es y que no tiene problemas en la vida.
Según la autora para poder iniciar el proceso de sanación de las heridas debemos estar conscientes que en el proceso de la creación de las máscaras pasamos 4 etapas, las cuales son:
1. Somos nosotros mismos.
2. Sentimos dolor y descubrimos que ya no podemos ser nosotros mismos.
3. Rebelión ante el dolor que se vive.
4. Resignación. Decisión de crear la máscara.
Una breve reseña de cómo sanar las heridas y desaparecer las máscaras, según su autora.
Las máscaras se soportan cuando se tiene miedo a sufrir y a revivir la herida que supuestamente “protege la máscara”. Lo ideal es reconocer cuando se pone la máscara, para lograr identificar la herida que queremos ocultar sin juzgar ni criticar nada.
Si se logra entonces identificar una máscara habría que dar gracias a la persona que tocó la herida y que permitió que fuera descubierto lo que no ha sanado. De esta forma se adquiere más conciencia de esto y se abre la posibilidad de autoaceptación personal.
Entonces sanar las heridas interiores es tan importante como igual que sanar las físicas. Según la autora las heridas tienen la necesidad de ser reconocidas, por lo que es importante aprender a amarlas y aceptarlas tal cual son.
Amar una herida es entonces reconocer que esta herida se creó por una razón específica, es decir que tiene una especie de utilidad. Cuando se habla entonces de aceptarla se refiere exactamente a que lo que se teme y reprocha de los demás es lo que se hace a uno mismo. (Esta afirmación hace referencia a la teoría del reflejo en el espejo; es decir que las demás personas que no aceptamos son el propio reflejo de lo que no aceptamos en nosotros mismos)
Entonces para terminar este ciclo la autora dice que luego de amar la máscara hay que reconocer que ya no es útil y que más bien acrecienta más la herida y no permite sanar. A continuación la autora habla de la necesidad de invertir las cuatro etapas de la creación de dichas máscaras para volver a ser uno mismo. (En este punto te invito a que leas el libro para que logres comprender la profundidad de esta afirmación)
Si las máscaras se sanan seriamos personas autónomas y dejaríamos de ser dependientes afectivos. La autonomía es la capacidad de saber que deseamos y comprender las medidas necesarias para realizarlo.
Para terminar algunas señales que según la autora sirven para identificar cuando una herida está en su proceso de sanación.
Rechazo en sanación: Te atreves a afirmarte a ti mismo y cada vez ocupas más tu lugar. Si alguien parece olvidarse de que existes no te incomoda internamente.
Abandono en sanación: Te sientes bien contigo mismo si estás solo. La vida te resulta menos dramática y deseos de emprender nuevos proyectos.
Humillación en sanación: Te tomas el tiempo de reconocer tus necesidades antes que la de los otros, cargas menos sobre la espalda y te sientes más libre.
Traición en sanación: No vives con tanta intensidad las emociones del momento o algo o alguien altera tus planes del momento y sedes (dejas de estar sujeto a los resultados), ya no intentas ser el centro de atención.
Injusticia en sanación: Te permites ser menos perfeccionista y cometer errores sin caer en cólera o criticarte.
Conclusiones:
Durante todos los años que me ocupe de mi sanación personal (cosa que aun hago, porque nunca dejamos de aprender de nosotros mismos, y nunca dejamos de mejorar) este libro fue una guía. Las afirmaciones de la autora me ayudaron a entender cuán profundo, confuso y difícil es nuestro interior. Me ayudó a dar mis primeros pasos en mi búsqueda de la aceptación y valoración propia.
Este libro lo considero importante si estás dando tus primeros pasos hacia la liberación y la vida en plenitud. Su contenido, como dije antes, está muy relacionado con los procesos de sanación que propone la terapia de Biodecodificación (de la que hablaré en el siguiente Boletín)
En nuestra WEB, mi equipo y yo ofrecemos servicios en esta terapia para ayudarte a identificar heridas, sanar patrones y sanar dolencias en tu cuerpo que tienen un trasfondo emocional. Te invito a que pases por allí si sientes que tienes necesidad de alguna de nuestras sesiones. Puedes encontrarnos también en nuestra Página de Facebook.
Nota Importante:
Recuerda que este artículo es con fin informativo y que es tan solo una muy breve mención del contenido. Así que si quieres profundizar en este libro, sus indicaciones específicas y seguir los lineamientos de la autora te recomiendo leerlo, estudiarlo y ponerlo en práctica.
Datos interesantes sobre la autora (Extraído de Google, los derechos a su autor):
Lise Bourbeau nació en Quebec, en 1941. En 1982 fundó la escuela de crecimiento Escucha a tu cuerpo, que se ha convertido en una de las más importantes de Canadá y la más importante del mundo en lengua francesa. Su filosofía, basada en un continuo aprendizaje y en el amor incondicional, le ha hecho vender ya más de tres millones de ejemplares.
Muchas gracias por interesarte y leer este Boletín.
Hasta el próximo domingo
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